El usuario necesite saber en que esta invirtiendo tiempo y dinero, y los reportes
- Una estrategia no sirve para nada si no se puede medir.
- No hacemos nada estableciendo objetivos, si luego no los monitorizamos.
1. Qué información debe reflejarse:
Han de reflejar los datos numéricos que arroja la implementación de la estrategia, ordenados por fecha y por KPI, de forma que puedan sumarse o restarse (según el caso), pero siempre dejando un registro de la evolución.
Dependiendo de la estrategia del modelo de negocio y del tipo de marca, es conveniente incluir también datos sobre la competencia.
2. A quién deben reportarse:
Por lo general se designa a la persona que los ha de recibir por parte de la empresa cliente, siendo aplicable enviar una copia al responsable de la estrategia.
3. Cuándo se hacen los registros y cuándo se entregan:
Han de diseñarse plantillas de registro y seguimiento diario, sobre todo para poder tener el pulso del “sentiment” (positivo, negativo y neutro). No obstante, los reportes de contenido y/o información sensible o crítica tendrán que entregarse de forma semanal.
Los reportes mensuales y trimestrales pueden ser un resumen de los semanales, incluyendo los paralelos de la información representativa, más no crucial, para la toma de decisiones.
4. Cómo reportar:
Deben ser reportes sencillos en su estructura, pero potentes en la información que muestran, siempre enfocados en los resultados, así como en los aspectos más determinantes.
De nada sirve saber que han bajado los seguidores en twitter, si no hay una respuesta que me indique las posibles causas; es decir, no es “reportar por reportar”, hace falta complementarlos con análisis y comentarios sobre los resultados, así como con posibles propuestas de desviaciones y correcciones.
5. Dónde han de entregarse:
Los reportes semanales, mensuales y otros, pueden “enmarcarse” con alguna gráfica y “acompañarse” de comentarios para luego ser presentados en persona, o bien ser colgados para su revisión y análisis en los espacios en donde más visibles puedan estar; esto incluye tanto a aplicaciones virtuales, como a imprimirlo y colgarlo en el tablón de la pared de siempre.
6. Por qué necesitamos reportes:
Estamos en una evolución constante en la que marcamos un camino para llegar a los objetivos, un camino lleno de baches y “peligros” (literalmente), y en el que necesitamos una guía para poder determinar qué funciona y qué no.
Es por eso que necesitamos saber qué sucede ahora mismo, justo cuando las cosas ocurren, y no la semana que viene. El valor de las datos es incalculable, y medir la estrategia para saber los resultados de lo que estamos haciendo, al final lo es todo.
Reflexión:
Los reportes diseñados apropiadamente son cómo una especie de mapa que nos permite avanzar en nuestro plan de social media.
Nos permiten aprender un montón de aspectos relacionados al presente y al futuro de la estrategia, por lo que su diseño ha de contar con gráficos, análisis y sobre todo componentes anecdóticos relevantes para seguir evolucionando en la táctica establecida.
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